domingo, 14 de junio de 2009

Gestión de empresas familiares: factor clave para el desarrollo local.

El Artículo refleja la información de una investigación realizada en la ciudad de Mérida, que aborda el tema de las Empresas Familiares como factor clave para el desarrollo local, el objetivo de la investigación es emitir una serie de recomendaciones prácticas sobre una mejor manera de llevar a cabo la gestión de las empresas familiares merideñas, para que esta gestión les sirva de apoyo para su inserción en el proceso de cambio que implica el desarrollo local.
La investigación recolecto datos tanto cualitativos como cuantitativos. Para la aplicación de la encuesta y el tratamiento de datos cuantitativos se procedió de la siguiente manera: Se selecciono la población objeto de estudio que estuvo representada por 350 empresas afiliadas a la Cámara de Industria y Comercio, tomando una muestra de 100 empresas mediante el método de muestreo aleatorio simple. Se aplicó un cuestionario a los empresarios directivos de las empresas afiliadas a la Cámara de Industria y Comercio del Estado de Mérida, para posteriormente ser procesada la información. Los resultados fueron los siguientes:
Desde comienzos de la década de los ochenta se ha venido manifestando un proceso de integración entre países, producto de una progresiva desregulación que incide sobre los intercambios económicos, fortaleciendo las regiones y disolviendo los límites territoriales. A este proceso se le ha denominado globalización, las desigualdades en los niveles de desarrollo entre países se deben fundamentalmente a factores internacionales entre los que destaca la alta concentración del progreso técnico en los países desarrollados, restando posibilidades de inserción a países en vías de desarrollo. En respuesta a estos desequilibrios han ido apareciendo nuevas políticas de desarrollo impulsadas por las administraciones locales y regionales. Por ello, el concepto de desarrollo económico evoluciona y se transforma en lo que ahora se conoce como desarrollo local, entendido éste como formas flexibles de ajuste productivo en el territorio, que buscan un impulso de los recursos potenciales de carácter endógeno tratando de construir un entorno institucional, político y cultural de fomento a las actividades productivas y de generación de empleo en los diferentes ámbitos territoriales. En consecuencia, el nuevo enfoque de desarrollo no tiene que ser necesariamente concentrado en las grandes ciudades. La nueva estrategia de desarrollo tiene un enfoque territorial y está determinada por la historia productiva de cada localidad, las características tecnológicas e institucionales del contexto y sus recursos, los cuales condicionan el crecimiento. Dichas situaciones ofrecen altas posibilidades de crecimiento a pequeñas ciudades y regiones estableciendo empresas productivas tanto para sus dueños como para la sociedad que les rodea.
El tipo de empresa en cada región viene dado por sus atributos o cualidades tanto endógenas como geográficas que brinde su ubicación, dado que el éxito competitivo a veces no depende sólo de la adquisición de nuevas máquinas o tecnología de punta, sino de mejoras organizativas y cambios sociales y culturales que permitan la instalación de redes de comunicación efectivas y capaces de generar efectos positivos que se manifiestan en la calidad de la prestación de servicio de las empresas, potencia la creatividad y la innovación, mejora las relaciones interempresariales.
La mayoría de las empresas existentes en ciudades o regiones son de pequeña dimensión (PYMES), pero poseen una capacidad extraordinaria para adentrar gran innovación a las tareas que desarrollan, pues su mayor flexibilidad y capacidad de adaptación ante los cambios, representa una de las ventajas frente a las grandes empresas.
Las mayorías de las PYMES son empresas de tipo familiar, que desempeñan un rol sumamente importante por las redes personales y empresariales que desarrollan con los agentes del entorno, las cuales facilitan el surgimiento y desarrollo de estas empresas en una localidad o territorio. Las características fundamentales que tienen las empresas familiares son: La presencia de la familia, El sueño del propietario de mantener el negocio en la familia, La coincidencia de familia, dirección y propiedad, La ventaja competitiva derivada de la interacción de la familia, la dirección la propiedad, sobre todo cuando la unidad familiar es sólida.
Las empresas familiares constituyen una gran parte del tejido empresarial de la mayoría de los países con economías medianamente desarrolladas, siendo especialmente significativa su presencia en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas.
En Venezuela existen políticas destinadas a apoyar la creación de medianas y pequeñas empresas que contribuyan adecuadamente al desarrollo económico de la nación. Para asegurar el cumplimiento de políticas en esta materia, el gobierno venezolano cuenta con una estructura organizativa conformada por ministerios, dentro de los cuales tienen mayor presencia en estas tareas, el Ministerio de Producción y Desarrollo, a través de CORDIPLAN y el recientemente creado Ministerio de Economía Popular, a través INAPYMI. Asimismo, el gobierno venezolano mantiene relaciones con organismos internacionales que fomentan el fortalecimiento de las PYMES. Organismos como la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), tienen estrategias claves para apoyar de forma directa o indirecta el desarrollo de la PYMES en América Latina.
En relación al estado Mérida, este cuenta con una institución llamada fedecamaras, dicho organismo agrupa y representa a la empresa privada en Venezuela. Fedecámaras en el estado reúne aproximadamente a 37 Cámaras que a su vez representan a las empresas industriales, comerciales y de servicios adscritas a este ente, en todo el Estado. Por su parte la Cámara de Industria y Comercio del Estado de Mérida, reúne un total de 350 empresas afiliadas, siendo esta cámara la más grande en cuanto número de afiliados. En la estructura productiva regional predomina la participación del sector servicios con un 30% del PIB merideño, seguida de la producción agrícola con un 23%; así como un 14% de este aporte proveniente de la actividad comercial, siendo estos tres sectores los que en Mérida apuntalan la economía del Estado. Las empresas familiares en el estado representan el 74%.
El presente estudio ha dado muestras de que las empresas familiares merideñas exhiben un conjunto de fortalezas aprovechables para el desarrollo de la región, que particularmente presenta potencialidades difíciles de reunir en otra localidad; la presencia de la Universidad de Los Andes, junto con un ambiente propicio para el fomento de la cultura y las innovaciones tecnológicas hacen de Mérida un territorio con potencial para el desarrollo. En ese sentido, la contribución que pueden hacer las empresas de esta entidad puede estar basada en la introducción de mejoras en sus prácticas gerenciales y de gestión, con lo cual facilitarían de forma significativa su inserción en procesos de cambio como los que implica el desarrollo local.

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